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viernes, 19 de febrero de 2016

DETECTAR LA DISLEXIA (Un caso real)

Por: Carola Pozo Cortez





No existen leyes generales del aprendizaje en base a las cuales se pueda fundamentar la planificación de la enseñanza, sin embargo, existen ciertos principios a los cuales pueden subordinarse las acciones.

La vida humana es aprendizaje, la marcha, el lenguaje, las normas de convivencia, la lectura o el cálculo son aprendizajes; como lo son igualmente el manejo del automóvil, el arte de la pintura o la música. Cada uno pertenece a un tipo de aprendizaje ; y para la realización de cada tipo de aprendizaje son necesarias "condiciones" o "requisitos previos".

Se hace necesario por lo tanto, conocer las condiciones generales previas a todo tipo de aprendizaje para luego clasificar los requisitos específicos de los mismos y  de la lecto-escritura. Este trabajo previo permitirá delimitar con precisión cuándo un alumno no aprende a leer o le es dificultoso reconocer las palabras por ausencia de alguna condición general y cuándo por padecer de alguna anomalía especifica, cuyo enfoque permitirá asimismo ayudar a los docentes en su tarea inicial de conocimiento del alumno y elaboración estratégica adecuada de métodos de enseñanza.

MI ALUMNO MATEO

Mateo es un niño de 10 años,quien, este año, deberá cursar 5º grado en un colegio de enseñanza privada.

El año pasado, en 4º grado,  trabajo conmigo todo el año en clases de apoyo, colaborando con él en todas las asignaturas, especialmente, lengua, inglés, matemáticas, historia y geografía.

Al empezar nuestro trabajo, noté que tenía dificultad para leer y escribir. Indagando el problema y luego de algunos sencillos test, descubrí que no tenía practica de lectura y escritura.

Empezamos a trabajar para mejorar dicha dificultad, planificando copias diarias de párrafos sencillos y cortos y luego la lectura de los mismos. Noté con gran alegría que iba mejorando su lectura y también su letra.

En el lapso del año trabajado, me refiero al año pasado, notaba que para leer, acercaba y alejaba constantemente el cuaderno o el libro, lo cual me llamó poderosamente la atención. Luego de algunas simples pruebas, también detecté problemas en la visión de Mateo, más tarde corroborado por un oftalmológico. 

Si bien, a la fecha, esta usando anteojos con un diseño muy bonito y moderno, a lo largo de estas dos ultimas semanas, note que no mejoró la lectura y escritura. Ayer, particularmente intentó leer un párrafo y ocurría lo siguiente:
  • Acercaba la vista hacia el libro
  • Acercaba el libro hacia la vista
  • Se sacaba los anteojos para intentar leer sin ellos
  • Se los volvía a colocar, los alejaba y acercaba en un intento de leer con mayor claridad
Esta última acción me permitió indagar respecto a las letras que él veia escritas para su posterior lectura. Este fue el resultado:




Este es un caso claro de dislexia

La inversión de las letras, confusión de las mismas, omisiones, etc, determina el cuadro sintomático en el caso de Mateo. Si bien se trata de una dislexia moderada, esta puede afectar su desenvolvimiento en la escuela debido a que el esfuerzo que realiza para leer bien lo que esta escrito no le permite tener una lectura comprensiva, he ahí el problema.

Mateo en las dos ultimas semanas trajo a clases cuentos cortos de su autoría, obviamente con muchas faltas de ortografía, omisiones y en general con una disgrafía bastante marcada.

Rescato en Mateo, el interés, la fuerza de voluntad y el deseo vehemente de realizar correctamente todas las consignas brindadas en clase, sin embargo, va mas allá de su mejor voluntad. 

El caso de Mateo corresponde al 15% de la población repetidora de primer grado, que sin embargo, su superación se encuentra en manos de los maestros de grado.

El retraso o la dificultad en lecto-escritura y su origen debe ser detectado en el aula ya que puede tratarse de una INMADUREZ de tipo funcional o afectiva.





lunes, 15 de septiembre de 2014

LA DISLEXIA, UNA GUÍA PRÁCTICA

Por: Carola Pozo Cortez



La DISLEXIA es la dificultad de lograr el aprendizaje de la correcta lectura y escritura.

Niños sanos de inteligencia normal y sin notables problemas emocionales, presentan serías dificultades para aprender a leer y escribir y llegan al primer grado sin que padres o maestros sospechen la afección e inician su cadena de fracasos.

Es preciso rastrear el origen de estas dificultades de aprendizaje, cuyas condiciones básicas son incubadas con anterioridad al inicio de los aprendizajes escolares.

Muchos niños fracasan en clase pero es necesario investigar por que lo hacen. Sería beneficioso que las instituciones educativas tengan la posibilidad de diagnosticar y nivelar aquellos casos recuperables y los problemas severos asignarlos a servicios especializados.

En este video, te presento una guía práctica para detectar dificultades relacionadas con la lectura y escritura.



sábado, 21 de julio de 2012

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DISLÉXICAS

Características más comunes



Existen algunas características comunes para reconocer cuándo un estudiante pudiera enfrentarse a alguna dislexia. 

Obviamente, ante la sospecha, será pertinente que el docente asesore a los padres o tutores a fin de que realicen la consulta a quién corresponda, para determinar a ciencia cierta la dificultad concreta.

Algunas de las características más comunes son:

  • Dificultad para prestar atención
  • Conducta hiperactiva
  • Puede ser soñadora
  • Aprende con facilidad  manualidades y experimentos
  • Los audiovisuales le son de gran ayuda en sus aprendizajes

martes, 30 de agosto de 2011

¿ES LA DISLEXIA UNA ENFERMEDAD?


Por: Carola Pozo Cortez
 
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Etimológicamente dislexia significa “dificultad para leer”, término utilizado en la Neurología y la Psicopatología, sin embargo, bajo el nombre genérico de dislexia se ha englobado a casi todo tipo de dificultad en el aprendizaje de la lectura sea cual fuere la causa.

Especialistas y clínicas Psicopedagógicas se multiplican poniendo en evidencia un conjunto de dificultades experimentadas por el niño en su escolaridad que conllevan fracasos difíciles de justificar.

La aparición del término dislexia, asimilado al concepto de enfermedad, de asunto que debe ser tratado solo por especialistas, ha llevado a más de un educador a refugiarse en dicho termino, haciendo caso omiso a las llamadas de auxilio que indirectamente realizan los alumnos con dificultades en el aula.

La dislexia en muchos ámbitos es visto como una palabra contaminada, como una patología, como una enfermedad.

Pero el mayor peligro es cuando existe la posibilidad de que un maestro, frente a niños con ciertas dificultades para el aprendizaje de la lecto-escritura,  fracase, o, recurra a la cómoda y fácil explicación: “ y bueno, son disléxicos, este tema no es de mi competencia” y de esta forma desembarazarse llanamente de esa responsabilidad.

Un gran número de niños fracasan en clase; pero es imperativo investigar por qué lo hacen. Algunos fracasan porque su capacidad intelectual es insuficiente, otros porque tienen dificultades afectivas predominantes que impiden una normal evolución de las adquisiciones escolares, otros, de buena o muy buena inteligencia, presentan una personalidad organizada de una manera particular, que podría calificarse como “personalidad disléxica”.
Muchos Gabinetes Psicopedagógicos están sobrecargados de falsos problemas, de casos que no deberían ser admitidos y se encuentran allí porque simplemente nadie se ocuparía de ellos. Lo altamente recomendable y beneficioso sería que aquellos casos posibles de recuperación escolar (nivelación) sean tratados en la escuela que es donde corresponde, y que los diagnósticos severos sean dados por la escuela con idoneidad.

En conclusión, no es posible designar con un mismo epíteto (dislexia) a todos los fracasos escolares; estos son numerosos en sus manifestaciones, sus causas y sus tratamientos y bajo ningún punto de visto la dislexia, debe ser vista como una enfermedad y  tratada como tal.

COMO SUPERAR LA DISLEXIA


UNA HISTORIA REAL
 
Por: Carola Pozo Cortez 
 
               “Algo Andaba mal con mi cerebro.  Lo que previamente había sido una borrosa sospecha que revoloteaba en el borde de lo consciente pronto se convirtió en certeza el año que cumplí nueve e ingresé en cuarto grado.  Yo parecía ser como otros niños, pero no era como ellos: no podía aprender a leer o deletrear”.
 
               Hielen Simpson es psicoterapeuta y escritora.  Sus cuentos han aparecido en The Southern Review, Transatlantic Review y The Denver Quarterly.  Ha escrito artículos para Vogue, Ms y Saturday Review. Es autora de Poets in their Youth y de una novela, The Maze.  Vive en Nueva York. 
 
                 Ella, era una joven brillante y culta, pero incapaz de leer o escribir una simple oración sin cometer errores.  Era una entre millones de personas que sufren dislexia, desorden mental que provoca la mezcla de palabras y letras en un caos visual.
 
                 La dislexia ha afectado a personajes célebres: Edison, Nelson Rockefeller, Agatha Cristie, el escritor W. B. Yeats, la actriz Keira Knightley, actriz londinense nominada al Oscar en 2006 por "Orgullo y Prejuicio", pero mas conocida por su rol de Elizabeth Swann en Piratas del Caribe (2003), quiénes han padecido en la infancia, sobrellevando el iletrismo.
 
                  Los niños que presentan esta dificultad, son incomprendidos por sus maestros y familiares, los suponen retrasados mentales, estúpidos o simplemente holgazanes por pasar angustiosas horas de su vida tratando de leer.
 
                   Muchas personas aún hoy conviven con este sufrimiento porque siguen sin poder leer y se preguntan si a los cuarenta, cincuenta o sesenta años de edad es demasiado tarde para aprender.
 
                    Otras personas experimentan el tremendo dolor de ver al hijo, varón por lo común, que había empezado con incapacidad para leer y ahora se había convertido en un problema de conducta.
 
                     Las personas que desde niños empiezan con estas dificultades deberían recibir una educación especial, sin embargo, existen muchos casos en los cuales no se les descubre hasta que llegan a los grados superiores e incluso hoy ya de adultos aún ocultan su analfabetismo.
 
                     Lo que debería hacerse es identificar a los niños con probables problemas ,antes que comiencen las clases de lectura, para evitar de esta manera la tortura a la que son sometidos por compañeros de clase con expresiones como: "esta es la quinta vez que te equivocas, buuurro" y   por sus docentes:   “No estas poniendo empeño, parece que estas en la luna”.
 
                       Es innegable que existen alumnos brillantes , pero estos no podrían jamás competir con los normales.