Por: Carola Pozo Cortez
Ante la preocupación que puedes sentir como mamá o como papá con respecto a alguna dificultad que tiene tu niño/a, debes saber que existen y han existido muchísimos casos de las mismas características a lo largo del tiempo.
Aquí te muestro algunos de ellos:
"Algo andaba mal en mi cerebro. Lo que previamente había sido una borrosa sospecha que revoloteaba en el borde de lo consciente, pronto se convirtió en certeza el año que cumplí nueve e ingresé en cuarto grado. Yo parecía ser como otros niños, pero no era como ellos: no podía aprender a leer o deletrear. De haber crecido juntos, mis amigos, conocidos, colegas de la actualidad y yo, entre ellos y yo habría existido un abismo: los libros que a la sazón estaban leyendo, yo no los leía; las composiciones que escribían merecían estrellas doradas, ganaban premios... Las mías eran inaceptables. Ellos estaban en lo alto de sus clases. Yo estaba en el fondo. Durante toda mi niñez y juventud, la naturaleza de mi trastorno se mantuvo misteriosa para mi y para quienes me rodeaban Cuando tenía veintidos años alguien me dio el diagnóstico... No un psicólogo sino un poeta: yo era disléxica".
Eileen Simpson, psicoterapéutica y escritora
Gustave Flaubert