Estimada profesora de idiomas de mi hija, lo de estimada es por decir algo, solo decirle que la estima que yo siento por usted es la misma que usted siente por mi hija, aunque con una gran diferencia y es que nosotras no nos conocemos y usted durante dos años, como mínimo, ha estado dando clase durante tres horas semanales a mi hija, pero los resultados son los mismos. Usted y yo no nos conocemos, pero tampoco conoce a mi hija.
¿Recuerda usted a una niña que se sentaba en un lado de la clase con cara asustada? ¿Cómo se llamaba?. Sé que me dirá su nombre, pero ¿ Será capaz, usted, de decirme él por que de esa cara asustada?.